Palabras de Ofrecimiento de perdón para las Victimas de Tame por Parte del Excomando PABLO ARAUCA

Palabras de Ofrecimiento de perdón para las Victimas de Tame por Parte del Excomando PABLO ARAUCA
Ofrecimiento de perdón para las víctimas de Tame - Arauca
Escribiendo estas líneas y aún sin saber si yo mismo podré leerlas ante ustedes, que es mi más caro anhelo; recordé una hermosa sentencia de Bolívar que dice: “libertad no es hacer lo que uno quiere sino lo que uno debe”, respetuoso practicante de esa, que hice premisa fundamental regidora de mis actos, estoy ante ustedes saludándolos fraternal y respetuosamente y de paso cumpliendo el mandamiento del más grande y generoso de los americanos.  
   

Señores y señoras, quiero decirles que mi presencia aquí no está marcada por el cumplimiento de una exigencia de ley para recibir beneficios; sino más bien por la necesidad del reencuentro con mis principios, esos que formaran con tanto esmero desde mi niñez, mis padres y que por esas cosas de la vida y sin preverlo fueron tomando un rumbo insospechado.

Cuando llegué por primera vez a Tame, recordé pleno gozo las clases de historia patria en mis primeros días de escuela que hablaban del invaluable aporte de tameños y llaneros en la consecución de la libertad soñada de América. No tengo la más mínima duda que en las repetidas tardes en que la vieja maestra con delicioso sentimiento de cuentera hizo que me enamorara por siempre de ésta tierra y de su historia.

No trataré de justificar lo injustificable, pero la empresa que me trajo aquí, estaba cargada de honestidad y esperanza por liberar este santuario histórico del peligro que representaba el accionar guerrillero “Dios sabe que digo la verdad” por lo que no me ocuparé de los detractores de mi actual presente; y más bien enfocaré mis energías en el resarcimiento del daño causado a ustedes.

Señores, no pretendo que suene a queja lo que a continuación diré; pero su entendimiento seguramente propiciará los caminos de reconciliación.

Cada vez que salgo a audiencia pública, soy bombardeado con preguntas como esta: ¿Dónde está enterrada mi mamá? ¿Por qué mataron a mi papá? ¿Qué pasó con mi hermana? etc., etc., yo quisiera tener la real respuesta para dársela y aliviar a esta tortura que debe ser vivir el día a día con ese martirio ¡sólo Dios sabe cómo quisiera TENERLA!…

Pero la verdad es que no la tengo; por lo menos en la forma que todos la presumen, dado que no estuve en cada uno de los actos cometidos y que muchos de estos actos se hicieron en contravía de mis orientaciones y por tal motivo contrario a la razón de ser del “Bloque Vencedores de Arauca” – BVA (cual era la lucha contra-guerrillera).

Desde mi condición actual he hecho un llamado a todos los pertenecientes al “Bloque Vencedores de Arauca -BVA” presos en las diferentes cárceles, para que digan esa verdad que a ellos concierne, estoy seguro que entre ellos y yo podríamos reconstruirla totalmente pero pareciera que al estado colombiano no le interesa que esta verdad se sepa, pues se develaría el accionar conjunto gobierno – autodefensas y cuando no es una institución es otra la que torpedea las posibilidades de reunión con mis hombres.

El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario – INPEC, ha desconocido sendas orientaciones de la Fiscalía General de la Nación y la Procuraduría General de la Nación, entorno a entrevistas con hombres del Bloque Vencedores de Arauca – BVA y yo, que facilitaría el logro de los objetivos trazados.

Es importante que ustedes sepan que estoy inmerso en un proceso de extradición pedido por el gobierno norteamericano, al cual, también tengo y quiero responder, pero mientras esto sucede trataré con todas mis fuerzas de cumplirles a todos los deudos de las víctimas que dejara la incursión del Bloque Vencedores de Arauca – BVA en la región.

Ya para despedirme deseo reiterarles que he comprometido mi presente y futuro en desentrañar la verdad como elemento indispensable para rehacer la vida; que aceptaré con humildad lo que la justicia determine como castigo a lo por mí actuado, y espero que la reparación no se quede en los vericuetos de la burocracia y la paquidermia estatal.

Sin más, por el momento me despido rogando al cielo para que se cumplan sus presupuestos y sus vidas se llenen de paz y perdón.

Con aprecio, 

MIGUEL ÁNGEL MEJÍA MÚNERA
Cárcel de Máxima seguridad de Combita
Patio 8 – Aislamiento Unidad de Tratamiento Especial